viernes, 26 de marzo de 2010

El día del terremoto me encontraba en Santiago, justo un día antes había llegado del sur. En la tarde hable con una amiga y decidimos juntarnos para ir a carretear. Mientras carreteabamos en plaza San Enrique, un amigo de mi amiga la llamo para que nos juntaramos con sus amigos. Nos fuimos de la fiesta y mientras íbamos en el auto mi mamá me llamó diciendo que me tranquilizara, yo no entendía porque me lo decía hasta que se nos cortó la señal y el auto comenzo a saltar, las luces de la calle explotaban, y la gente andaba en auto desesperada.
En ese momento pense que nos ibamos a morir, lloraba, gritaba pidiendo ayuda hasta que nos encontramos con una amiga en otro auto. Nos bajamos y no paraba de tiritar y de llorar, pensaba en mi familia, pololo y amigos que se encontraban en la playa.
Me logré contactar con mi mamá una hora después y nos juntamos, cuando la ví y ví que estaba con mi papá abuela y hermanos y estaban todos bien, me tranquilizé. No dormí en toda la noche intentando contactarme con mi pololo y mis amigos. Las replicas venían a cada rato y me volvía el pánico.
Al amanecer cuando comencé a ver las noticias y a enterarme de como estaban todos, se me vino el mundo abajo , ver a la gente como sufría, sus casas, la pena en sus caras , creo que eso fue lo peor de todo, como este terremoto destruyo a miles de familias. En ese mismo instante decidí que tenia que hacer algo por ellas y comenzamos a juntar comidas, ropa y todo lo que sirviera por una semana.
El terremoto en si no fue una buena experiencia , pero si fue bueno lo que vino despues , el como todo CHILE se unía por una causa.